El peliblanco estaba completamente en estado de shock.Un chico que acababa
de conocer le había llevado a su apartamento,evitando que pudiera aquel trabajo,
y ahora le ofrecía un lugar donde poder vivir,al parecer y un trabajo más respetablle según su opinión que el anterior.
-¿Limpiando la casa y preparando la comida...?-repitió una vez salió del shock,
con los ojos iluminados y las mejillas cada vez más sonrosadas,una sonrisa empezó a dibujarse en su rostro.
Se levantó rápidamente empuñando los puños contra el pecho,emocionado.No sabía por qué,pero por alguna extraña razón sentía que podía confiar en aquel chico.
-¿D-de verdad lo dice?-le preguntó acercándose un paso hacia el amable desconocido.-¿P-podré quedarme aquí...?-Luego agravó su sonrisa y entrecerró los ojos con una cara de completa felicidad antes de coger las manos de aquel chico en forma de gratitud y sonreírle de la forma adorable y natural que solía hacer.-Muchísimas gracias señor!-le dijo con cierto respeto sin poder evitar mostrar la ilusión en su voz.